“Desafíos Persistentes para las Mujeres en México: Avances Políticos Frente a la Inequidad y la Violencia”
A pesar de avances históricos como la paridad legislativa y la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, las mujeres enfrentan un panorama laboral adverso marcado por la inequidad, pobreza y violencia, según datos oficiales de diversas instituciones.
Brecha salarial y violencia laboral
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la participación económica femenina en México es del 46%, significativamente inferior al 77% de los hombres.
Además, el 54.9% de las mujeres empleadas se encuentra en la informalidad, frente al 53.8% de los hombres.
Esta desigualdad se refleja también en los salarios:
la mitad de las mujeres ocupadas ganan, en promedio, el salario mínimo de 7,500 pesos mensuales.
El Foro Económico Mundial posiciona a México en el lugar 119 de 146 economías en cuanto a disparidad salarial por género.
Tres de cada diez mujeres denuncian haber sufrido violencia laboral, que incluye acoso, discriminación y limitaciones para ascender.
Jessica Ortega, abogada y defensora de derechos laborales, resalta: “Por el simple hecho de ser mujer te pagan menos por el mismo trabajo.
“Sobrecarga de trabajo no remunerado
Las mujeres dedican 40 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado, mientras que los hombres invierten solo 16 horas.
Este aporte, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), representa el 24% del Producto Interno Bruto (PIB), superando sectores como la manufactura y el comercio.
Obstáculos por maternidad y edad
La maternidad y la edad son factores que incrementan la discriminación laboral. Mujeres mayores de 55 años reportan dificultades para encontrar empleo.
En tanto, solo el 38% de los puestos directivos en México están ocupados por mujeres, colocando al país como el tercero con menor representación femenina en altos cargos en América Latina, según el INEGI.
Persistencia de la informalidadLa tasa de informalidad laboral es particularmente alarmante en estados como Oaxaca, donde alcanza el 79.22% para mujeres.
La informalidad perpetúa la pobreza y limita el acceso a derechos laborales básicos, como seguridad social y prestaciones.
Contrastes en el ámbito político
En contraste, el ámbito político ha logrado avances significativos. La representación femenina en el Congreso pasó de 26% en 2006 a 49.6% en 2024, y el gobierno de Sheinbaum marca un hito en la historia del país.
La presidenta ha declarado: “Nuestra obligación es proteger a las mujeres.” Sin embargo, estos logros aún no se traducen en una mejora sustancial para la mayoría de las trabajadoras mexicanas.
Un camino lleno de retosAunque la paridad de género en la política inspira optimismo, el panorama laboral y social para las mujeres en México sigue siendo desigual.
La violencia, los bajos salarios, la informalidad y la carga desproporcionada de trabajo doméstico exigen políticas públicas más contundentes y un cambio cultural que valore de manera equitativa el papel de las mujeres en todos los sectores.
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